MI VECINO NUEVO - Relato Erotico Gay

Empiezo hablando de mi, mido 177 soy flaco, no tengo un cuerpo perfecto pero hago natación y salgo a correr por lo que estoy en buena forma, pelo negro ojos marrones y tez blanca.

El verano pasado una familia se mudó a la casa de enfrente que llevaba desocupada un par de años, por lo que había que realizar algunos arreglos antes de poder habitarla. Al primero que conocí fue a él, estaría por los 30 y pico de años, ojos celestes, se notaba que hacia ejercicio regularmente pero tenía algo de pancita, y mediría casi lo mismo que yo. Me acuerdo verlo bajar del auto y caminar hacia mi casa para saludar a sus nuevos vecinos. Desde el principio me fijé en el y además conversábamos mucho. 

En ese tiempo yo había terminado el bachillerato y no sabía bien que estudiar después.

El era médico y una vez me dio toda una charla sobre encontrar tu vocación; la recuerdo porque es una de las pocas veces que estuvimos solos, nosotros estábamos afuera mientras todo el resto estaba adentro.

Una tarde yo estaba terminando de cortar el pasto del jardín y veo que llega un camión con varias cajas para la casa de enfrente, mi vecino sale y recibe las cajas que un grupo de hombres dejó en la puerta, cuando se van mi vecino mira las cajas como preguntándose como va a hacer para entrarlas solo a la casa. Yo lo saludo y riendo le digo

- ¿Necesitas ayuda?

- ¿No estas ocupado?

- No, ya estaba terminando aca

- Bueno dale, gracias

Le doy una mano para entrar todas las cajas y cuando terminamos me senté en la cocina, él fue al baño.

- ¿Algo para tomar?– digo yo

- Lo que quieras de la heladera- me grita del baño

Yo saco una botella de agua pero no encontraba los vasos, me puse a buscarlos y en eso él aparece sin remera, claramente se había ido a lavarse la cara al baño porque tenía el pelo algo mojado.

- No encuentro los vasos- le digo desde la alacena

- Están acá arriba- se acerca para abrirla pero yo hago el mismo movimiento también por lo que quedo de espalda y él pegado a mi detrás mío. Siento su bulto contra mis nalgas, hubo un instante de silencio incomodo, yo me moví hacia atrás haciendo mas presión entre nuestros cuerpos, el siguió inmóvil... entonces comencé a moverme lentamente y a respirar mas agitado, el momento era excitante. 

El parecía no reaccionar hasta que lentamente empezó a acompañar mi ritmo y me tomó de las caderas, me acarició y me apretó hacia él. Después de un rato de esta apoyada sobre la mesada de la cocina, me di vuelta y traté de besarlo pero no se dejó Asi que comencé a acariciar su entrepierna y rozar su cuello con mi boca. Esto le gusta porque su respiración se fue agitando. No resisto y me arrodillo, le bajo el pantalón y el boxer, tiene una verga hermosa, no es grande pero tiene una cabeza rosada que me llevé inmediatamente a la boca, el suspira y me acaricia la nuca con una mano y con la otra se sostiene de la mesada de la cocina. Yo trato de tragármela toda y lo miro, el me mira entre gemidos y mueve su cadera para que pueda entrar toda. 

Estamos así un buen rato, no quiero sacarmela de la boca y empiezo a tocarme por encima de mi short. Es el quien toma la iniciativa, me saca su verga de la boca me para y me saca, casi me arranca, el short y el boxer, me pone de espaldas y yo apoyo mis manos en la mesada, empieza a acariciarme la cola, se agacha, abre mis nalgas y empieza a lamer. No les puedo explicar lo que me hizo sentir, jamás me habían hecho semejante cosa. Lamía, mordía y hasta metía su lengua en mi culo. Yo no daba mas de placer y gemía, tenía miedo de que me hiciera acabar ahí mismo.

Me hizo subir una pierna a la mesada para poder chupar mejor mi cola. Yo ya estaba entregado, comenzó a jugar con los dedos, dos entraron fácilmente. Solo me habían cogido una vez antes de eso y no me había gustado. El se paró y comenzó a frotar su verga contra mi cola, yo moría de ganas por que la hundiera. 

Entonces me llevó al dormitorio y me acostó boca abajo, sacó un par de condones de la mesita y me pidió que le pusiera uno con la boca, mientras volvía con los dedos a mi cola. Yo no podía mas, comencé a chupársela y a ponerle el condón. Ya no daba mas, levantaba la cola, entregado a sus dedos. 

Enseguida me hizo poner en cuatro, mi cola ya estaba ensalivada, y también su verga. Fue lo mejor cuando comenzó a meterla, no sentía otra cosa mas que placer. Ambos respirábamos agitados y gemíamos, le pedía mas. 

Fue una excelente cogida, hasta que pasó lo mejor, me dio vuelta y se puso mis piernas al hombro. 

Era fascinante verlo mientras me cogía y el mirarme a mi y ver como su verga entraba y salía. Aumentó el ritmo y en un momento se tiró sobre mi y me besó, un beso corto pero de pura calentura. 

La sacó de golpe, se quitó el condón y acabó sobre mi pecho, a mi no me faltaba mucho por lo que acabé enseguida de él.

Todavía agitado se levanta:

- Podés pasar al baño- me dice

Cuando salgo del baño él ya estaba cambiado y sentado al borde de la cama:

- Mira, yo..

- Está bien– le contesto sonriendo- no pasa nada, quedate tranquilo

Me vestí, el me trajo un vaso con agua. Luego de eso nos despedimos y me fui a mi casa mas que satisfecho.

Durante un tiempo fue complicado porque siempre estaban su esposa y su hijita, pero pudimos seguir conversando ya que se mantenía la buena relación con mi familia. Y un par de veces hasta cogimos en su auto.

Relato enviado por "Matias" y nos dice que un amigo se lo envió y no sabe el nombre del autor.

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GCU EN EL MES DE LOS 100 AÑOS DE LA CUMPARSITA

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EN EL GIMNASIO "SOLO CINCO PALABRAS" - Relato Erotico Gay

A veces no hacen falta muchas palabras para que sucedan las cosas, y algo así me sucedió no hace mucho tiempo, nuevamente en el mismo vestuario del Club al cual voy desde hace 20 años.

Era viernes, cerca de última hora, y el movimiento de gente ya era escaso.

Bajamos de la sala de musculación en el ascensor lateral el cual es bastante chico, caben 4 personas, y eramos 6.

Son inevitables los roces con alguna nalga, o una mano que cae y "choca" contra un paquete en forma accidental...

Estábamos todos en silencio, quizás por el cansancio, quizás porque la situación era incómoda porque a alguno lo "estaban punteando" y no había espacio para moverse, etc.

Como sea, salimos casi que en estampida del ascensor cada uno para su locker, y seguíamos todos en silencio, nadie decía nada.

Yo agarré por el pasillo de la derecha, cuatro filas de lockers (cerca de las duchas), doblé a la izquierda y me fui al mío, que estaba casi en la mitad de la fila.

Abrí el candado, saqué las cosas y las apoyé en la banca a mi izquierda.

En cierto modo estaba "protegido" por la puerta, que abre hacia la derecha, por lo que no veía nada hacia ese lado.

Me saqué la ropa despacio ya que me dolían los músculos por el ejercicio hecho.

Al llegar al short, me paré, lo desaté y simplemente lo dejé caer.

Vale decir que solo uso el short, no uso ropa interior y ademas siempre llevo la cabeza del pene descubierta por lo que me queda expuesta a los roces, y esta no fue la excepción: el short al deslizarse hacia abajo rozó la cabeza y se me empezó a parar muy lentamente.

No tengo problemas con eso; normalmente cuando pelo se me para por lo que no había nada raro en eso. Quizás lo incómodo era el lugar.

A raíz de otras experiencias sexuales que tuve decidí depilarme totalmente. De hecho del ombligo para abajo y hasta los pies, no tengo ningún pelo, sea adelante o atrás.

Suelo bajar tarde a las duchas porque es ahí donde me depilo, especialmente la cola, y es mas tranquilo hacerlo sin gente o con alguno que ya sabes que "no pasa nada" porque está haciendo lo mismo y entre fantasmas no nos vamos a andar pisando la sabana!

Levanté el short, que estaba en el piso, y lo hice como siempre lo hago: doblándome a la mitad ya que tengo buena elasticidad, con lo que mi cola queda expuesta a quien desee verla desde atrás y/o costados.

Estaba tan cansado que tarde una eternidad en llegar y volver a subir, por lo que cuando terminé me dejé caer en la banca, apoyando los codos en las rodillas y mirando hacia abajo y veo mi verga, que estaba a medio parar, porque siempre que me doblo así imagino que me están viendo y eso me excita!

Guarde la ropa y cerré la puerta del locker.

En ese momento, no se por qué miré hacia la derecha y vi que casillero por medio había otro flaco, también en bolas, que me señalaba con su verga mientras se secaba la cabeza.

Nunca había visto algo así (tampoco vi tantas, aclaro).

Era grande.

Era gruesa.

Era larga.

Era ancha.

Y estaba parada.

También tenía la cabeza descubierta, lo cual le daba un aspecto mas morboso.

También estaba depilado.

Y tenía también dos pedazos de huevos colgando que eran por lo menos tentadores. En resumen, era una herramienta llamativa.

No lo miré a la cara, simplemente le vi el pedazo. ¿Qué habrá sido? ¿2 segundos? ¿3 segundos? ¿5 segundos? No lo se... pareció una eternidad.

La forma en que se movía lateralmente como diciendo "no" a medida que "su dueño" se secaba la cabeza era por demás sensual, y qué decir de los testículos, enormes, que también se movían pero desacompasadamente.

Algo más sobre mí.

Si bien prefiero las mujeres, también he tenido relaciones sexuales con otros hombres pero en forma ocasional, tanto en forma activa como pasiva, solos o en grupo (todos con todos) en un sauna cerca de la terminal de ómnibus.

Mi herramienta es de tamaño regular, unos 18 cm por 5 cm de diámetro y cabeza acorde. Mi cola es quizás un poco mas grande de lo que normalmente suelen tener los hombres, pero ta. No me quejo. De hecho me gusta que me la acaricien.

En esta oportunidad no se qué pasó; lo que sí se es que guardé todo en el locker, me levanté dándole la espaldas al vecino y me fui, así en bolas, hacia los baños privados, que están en dirección opuesta a las duchas, y en un lugar mas reservado ya que está "a la vuelta" del salón principal.

No miré atrás.

Entré a uno de los privados (que sea dicho de paso, son muy angostos) y me senté. La puerta la dejé entornada, solo quedó una pequeña rendija.

No había llegado a pensar qué estaba haciendo ahí (porque de hecho no tenía ganas de ir al baño) que el flaco de al lado estaba abriendo la puerta del privado y su grande, gruesa, larga, ancha y parada verga lo precedía.

No se... habrá quedado detenido a no menos de 10 cm, y al cerrar la puerta (que increíblemente abre hacia adentro!) se vino sobre mí y su poderosa herramienta enfiló desorientada hacia mi cara y yo instintivamente lo atrape con mi boca y empecé a recorrer la parte baja de la cabeza y parte del tronco con mi lengua.

Aún seguíamos sin decir una sola palabra...

Esa enorme verga aterrizó en mi boca y sin tocarla con las manos comencé a recorrerla en toda su extensión.

Nunca tuve problemas en chupar una pija; la leche me genera aún algunos problemas, pero en esta ocasión estaba tan ensimismado que perdí la noción del tiempo y de las circunstancias, y desesperadamente estaba entregado a chupar ese pedazo de carne que hervía en sangre.

Se ve que no lo hice tan mal, porque en un momento me toma la cabeza con ambas manos y empieza a cogerme la boca con furia, y las enormes bolas comenzaron a golpearme en la pera, y de repente, cuando ya presagiaba que  me iba a inundar la boca de leche calentita, empuja mi cabeza hacia atrás... y la veo, la cabeza hinchada en sangre y la lechita empezando a escurrirse levemente.

En ese momento la agarre con las manos, la corrí hacia un costado y comencé a recorrerle el tronco con la lengua, al tiempo que lo pajeaba.

Me hizo soltarle la verga por lo que seguí chupándole los huevos con vehemencia lo que le provocó una enorme y violenta sacudida, que hizo que varios chorros de leche hirviendo salieran por el aire y aterrizaran en mi hombro desnudo y corrieran hacia abajo, por la espalda.

Y aún seguíamos sin decir una sola palabra...

Lo seguí masturbando con fuerza, él se sacudía como si estuviera tocando un cable pelado y en ese momento con una de las manos empecé a tocarle las nalgas, que eran de por cierto grandes y depiladas, aunque no tan suaves como las mías.

Torció la columna y sacó la cola para atrás, como un "gato contento" y me dejó el camino libre hacia el oyo, que empecé a explorarlo con los dedos mientras, en ataque de desesperación, me mandé esa verga otra vez para la boca, y en dos o tres lenguetazos lo hice acabar otra vez, al mismo tiempo que mi dedo indice entraba en su orto.

De placer se dobló hacia adelante y ocurrió lo impensado hasta ese momento, y me dijo "Yo te limpio la espalda".

Me levante y me apoyé en la pared de la cisterna, por lo que quedé de piernas abiertas por la taza y con el cuerpo doblado hacia adelante, apoyado con las manos en la pared (como en un cacheo policial).

Se acercó a mí, puso su herramienta entre mis piernas y quedamos su verga por debajo de la mía y apoyado contra mí comenzó a limpiar con su lengua mi espalda, tomándose su propia leche.

Me produjo una excitación tan grande que mi oyo comenzó a abrirse y cerrarse con vehemencia y él notó eso, y sin decir nada siguió recorriendo mi espalda con la lengua hasta que llegó a mi nerviosos y desesperados cachetes.

Y de repente... me hizo ver las estrellas. Todas juntas.

Pese a que lo había hecho acabar dos veces aún tenía fuerzas para penetrarme.

Al principio solo apoyó la cabeza y fue mi orto el que abriéndose y cerrándose con desesperación, el que comenzó a llevárselo hacia adentro, y una vez que entró parte de la cabeza empujó con fuerza y me ensanchó el orto a tal punto que se me aflojaron las piernas.

No se cuantos bombazos me habrá dado. Por el dolor fue una eternidad pero por el placer fueron segundos.

Entró.

Salió.

Entró.

Salió.

Metió hasta las bolas.

Se quedó quieto adentro y me pareció que me empalaban.

Acabó nuevamente y siguió bombeando.

Para mi sorpresa, bajó rápidamente hasta mi cola y me consoló con su lengua, y en esa "consolación" por el castigo recibido, se llevó otra vez parte de su leche.

A todo esto, que con el dolor se me había aflojado un poco, con el placer de sentir su lengua en mi dolorido oyo me hizo endurecer otra vez la verga hasta un punto que nunca antes había experimentado.

Me quedé esperando más, y cuando me di vuelta el flaco se había ido.

Yo estaba con el culo literalmente destrozado pero sediento de mas, con la verga indecentemente parada, sin ropa ni toalla ni nada y así tenía que volver al sector de los lockers.

Caminé como pude los cerca de 30 metros que separan el baño de mi locker, porque realmente me dolía el culo.

Cuando llegué él ya se había ido y había otro flaco, casi a espaldas mía.

Por todo el cuadro, sin dudas notó que algo había pasado; me dijo que era doctor y que no tenía problemas en revisarme "el pié" por si me hubiera esguinzado; la cara le cambió cuando le dije que "no es el pie lo que me duele", me puse de frente a mi casillero para sacar mis cosas e ir a bañarme, y por el comentario que me hizo imagino que se agachó a verme la cola, que la tenía levemente abierta (seguía sin poder cerrarla).

No se qué habrá visto, pero gentilmente (y desde atrás mío) me puso una mano en el  hombro y la otra en la cintura, bajándola lentamente hasta que me tocó una nalga y me dijo que no me preocupara, que como doctor igualmente me iba a revisar... pero eso será motivo de otra historia.

Solo 5 palabras son las que recuerdo del flaco de verga grande, gruesa, larga y ancha.

Solo 5 palabras que me hicieron comprender que el placer no se alcanza únicamente cuando la metemos. El placer también puede alcanzarse de otras maneras, pero para ello hay que estar dispuesto a recibir.

Doy fe de ello y mi culo también.

By Desvirgado.

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EL HERMANO DE MI MEJOR AMIGA - Relato Erotico Gay (Con fotos)

Hola soy Bisexual, y quiero compartir la primera que estuve con alguien de mismo sexo. Esta situación me pasó hace ya unos años.

Con Mi mejor amiga hace unos cuantos años que nos conocemos, a la misma vez que construía una gran Amistad con ella, me comenzaba a llevar bien con su hermano, cosa que años atrás con el hermano podía decir que nos detestábamos. Ambos eramos bastante parecidos, jovenes, no muy flacos y con muy poco pelo en el cuerpo, a no ser ahí abajo.

Un día fui a buscar a mi mejor amiga y ella no estaba, me acuerdo que ese día estaba lloviendo. Y por mas que vivía a unas pocas casas de distancia no quería volver a la mía, porque la llovizna había comenzado a apurar.

Recuerdo que su hermano me dijo "voy a mirar unas pelis no te queres quedar" (hacía unas semanas que él y yo comenzábamos a llevarnos bien).

Me acuerdo que empezamos a mirar una película y empezamos una charla sexual típica de jovenes, la tengo así o asá, que agarro a esta chica y le hago esto y lo otro.

Llegó un momento de la charla en que empezamos a decir que nos gustaba, o que habíamos hecho, en cuando perdimos nuestra Virginidad (aunque siempre supe que el era virgen en todo). En ese momento ambos nos miramos y vimos perfectamente que estábamos muy excitados, nuestros miembros se hacían notar por debajo de los deportivos.

El de la nada para disimular trajo un frazada y se la colocó encima para poder disimular su erección. Yo noté sus nervios y me sonreí. El por nervios o no se que, procedió a taparme a mi. Luego de estar los tapados hasta la cintura, me puso su mano en mi entrepierna, y comenzó a acariciarme unos momentos y metió su mano en mi deportivo y me empezó a masturbar.

Como pueden imaginar puse mi brazo alrededor de su cuello y el cedió a chupármela, por debajo dela frazada porque le daba verguenza que lo mirara. Luego de un momento, paró de hacerlo y me dijo que teníamos que irnos de ese lugar, ya que muy cerca era el cuarto de sus padres los cuales se encontraban durmiendo la siesta.

Nos fuimos a una habitación donde funciona como living-comedor-cocina. Y allí encima de un sillón me dijo que me sentara y siguió chupando mi verga, pero insistía en que no quería que lo mirara, y se volvía a tapar pero esta vez con una sabana que estaba allí cerca. Luego de un rato y con el placer que estaba sintiendo, comencé muy lento a destaparlo, y con la otra mano a abrir el cierre de su campera. El se percató de esto y se quiso ir, pero yo le dije que no tuviera miedo, que ambos estábamos sintiendo lo mismo.

Nos paramos, y nos empezamos manosear y comenzar a desnudarnos. El me hizo tumbar contra el sillón y sentarme. Cuando vi su verga que cosa, era un tanto mas gruesa que la mía, no resistí y manoteando de sus nalgas lo acerqué a mi hasta quedar con su verga dentro de mi boca, esto a él un poco que le asustó. Pero rápidamente puso sus manos sobre las mías que estaban en sus nalgas y luego de unos cinco minutos, sentimos un ruido de alguien que venía y nos asustamos mucho, pero resultó ser que no era nada.

Enseguida volvimos a lo que estábamos pero me dijo que era momento de que actuara como un hombre, tomando las riendas de la situación, me puse de pie y comenzamos a frotarnos y yo lo tomé con fuerza por su cadera y lo recosté de frente a el sillón y comencé a refregar mi verga contra sus nalgas en lo que el me alcanzó un condón (yo no evite reírme, porque me dijo que se lo había robado al padre porque pensaba perder su virginidad con una amiga, que también tenemos un historia con ella). Si me confesó que era virgen en aquel momento.

Me puso el condón con su boca algo que me impresionó y volvió a su posición, empecé a meter la verga cada vez mas fuerte y el aprovechó el sonido de la lluvia para comenzar a gemir con algo de fuerza. Ademas de que empezó a pedirme que lo hiciera con mas fuerza, y luego de un rato le dije que quería acabar y me dijo que quería hacerlo en otra posición, me hizo sentarme en el sillón y se me sentó de frente y seguimos cogiendo hasta que un ratito después se la saqué y acabé la mayoría sobre mi, entonces él comenzó a lamerme donde estaba mi leche y luego a besarme y decirme que teníamos que terminar de mirar la película. La cual terminamos de mirar con algún que otro jueguito durante la tarde y varias pelis mas.

Encuentros de este tipo tuvimos varios mas, incluso llegamos a tener uno que fue un trío, que no me molestaría contarles si lo desean.

Lo mas triste es que hoy en día seguimos siendo amigos con su hermana y con él. Pero hoy que los dos estamos bien atractivos, ni nos miramos de la manera que lo hacíamos antes, pero no me molestaría cualquier día repetirlo...

Enviado por Merpilus.

(Debo confesar que rara vez recibo un relato que me caliente tanto como este,
como se imaginan nos envían muchos, pero este es sin dudas uno de los mas 
excitantes que he recibido. Espero que a ustedes los encienda tanto como a mi. Ruy).

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UN TOUCH EN EL VESTUARIO DEL GIMNASIO - Relato Erotico Gay

"Mi fantasía... un 'touch' en el vestuario del Gimnasio, que se fue de las manos"...

Supongo que ha de ser una fantasía recurrente, gimnasio, músculos, ropa apretada que marca el "paquete", transpirar y volver a las duchas tarde...no debo ser el único que tiene ese tipo de fantasía ¿o sí?

Me definía como heterosexual, aunque debo reconocer que siempre pensé que un culo... es un culo, por mas que haya "choque de bolas", pero nunca lo había hecho con otro hombre.

Y entre una cosa y otra, no se cómo aún, empecé a fantasear en base a lo que escuchaba decir (o gemir) a las mujeres a las que les hacía la cola, ¿cómo será entregar la cola? ¿qué se siente en el momento exacto en que la cabeza del pene empieza a abrirse camino en el oscuro callejón?

¿rápido y de golpe o despacito, sintiendo como se agranda el hoyo? los pelos, ¿me harán doler aún más? ¿y sin vaselina? ¿me sangrará mucho? ¿cómo se sentirá el roce del tronco del pene (entrando y saliendo con furia) contra mi hoyo? ¿arderá un poco? ¿mucho? ¿ese ardor me hará acabar?

Alguna que otra vez traté de hacer este tipo de preguntas a las mujeres que me cogí, y alguna respondían vagamente y otras me mandaban a cagar de una, hasta que una de ellas me propuso un juego que al principio rechacé pero que terminé aceptando implicitamente cuando ella notó que se me había  puesto "como un tronco".

Me propuso que la proxima vez que nos vieramos, cambiemos de roles: ella haría de hombre y yo de mujer...

Ni en pedo le respondí, pero a medida que iban pasando los segundos y la idea tomaba cuerpo en mi mente, la verga comenzó a inflamarse de tal manera que ella misma me respondio que por más que yo dijera "NO", mi cuerpo estaba diciendo "SI".

Yo pensé primero me la cogería (como siempre) y después haríamos su juego, mas relajado después de acabar, pero no... fue todo al revés.

Asumió un rol dominante. Me hizo sacar el pantalón y los calzones para ponerme una tanga de ella (no se como me entró eso) que literalmente se enterró entre mis panes, "partiéndome" los cachetes en dos con una forma muy sensual. También me hizo poner una calza de licra, que me levantó los panes y les dio forma de "culo de mina", champeones y arriba un top de ella.

Era de noche y me dijo que ibamos a salir a caminar. Lo unico que me precupaba era romper la calza, porque me quedaba muy, muy apretada y la verga estaba bombeando muchisima sangre y empujaba para afuera.

Me dijo tambien que me pusiera una peluca, lentes negros y... que era todo de ella.

Me ató las manos adelante, me cerró la boca con cinta pato y con una cadena me llevaba como a un perro (o perra en este caso).

Ella vive en zona casi periferica de la ciudad, y pasear así era riesgoso pero ese riesgo me mantenía la verga muy hinchada y el orto "cortando varillas".

Llegamos a una plaza llena de arboles y bastante oscura. La calza era blanca y supongo que se vería desde lejos. Me obligó a arrodillarme y que tratara de caminar "en cuatro patas" pese a que tenía las manos atadas.

Me imaginé mi enorme culo, partido al medio por una tanga criminal, enfundado en una calza asesina... debería tener la mejor de las formas de "manzana" o de "corazoncito".

Se acercó un flaco, habló algo con ella y se vino para atrás mío. Me dio unas palmadas y empezó a frotar su verga en mi calza y cada vez se me acercaba mas al orto. Me cagué hasta las patas: atado, boca vendada, vestido de mina, caminando en 4 patas con el culo para arriba... soy boleta.

El flaco empujó bastante y acabó con el roce con la calza y el calor que sin duda desprendía mi culo.

Estuvimos un rato mas, me cacheteó varias veces y hasta rompió la calza dejando mis nalgas al aire, pegoteadas de leche.

Estaba TAN CALIENTE que eso me hizo acabar.

Al rato estabamos de vuelta en su casa.

Me hizo un pete, me la cogí y me fui, pero antes de irme me dice que vuelva mañana, que me va a afeitar el culo.

Al día siguiente, como una perra alzada estaba en su casa, no se que pose rara me hizo hacer que quedé doblado al medio, culo para arriba y con las piernas abiertas.

Me llenó de jabón, me afeitó el culo, las piernas, nalgas y hasta la verga tambien.

Nunca me habían chupado el culo... hasta ese día.

Tanto se me abrió el orto que me dijo que para ella estaba pronto para sentirla, y me preguntó si quería seguir.

Estaba tan excitado que apenas podía hablar pero igual me entendió.

Ella vive con un flaco, que no se bien cuál es la relación que hay, porque ella sale con quien se le pinte sin drama alguno.

El flaco vino, me tocó el culo, me lo chupeteó, me metió el dedo, dos dedos, frotó la cabecita contra el hoyo... y me dejó desesperado porque no pasó de ahí.

Mientras tanto ella me estaba chupando la pija hasta acabar y después se pusieron a coger entre ellos.

Me fui caliente en todo sentido...

Pasado un tiempo, medio como que me enfrié y un buen día volví al gimnasio, la pancita ya estaba creciendo mucho y el problema adicional que tengo es que también me engordan las piernas y la cola, y verme "culón" me excita.

Fierro va, ducha viene.

Hablas con uno, hablas con otro.

Casillero de por medio, chistes van, miradas vienen... hasta que un día baje muy tarde a las duchas.

Mas de la mitad de las luces estaba apagadas y mi casillero habia quedado en la zona oscura, con una unica luz como a 10 metros.

Me saque la ropa sudada, me acaricie la verga y enseguida se me puso dura, y en vez de envolverme en la toalla para ir a las duchas, crucè el largo pasillo en bolas... total no se veía a nadie. De ultima en vestuario de hombres ver a un hombre en bolas no tiene nada de raro.

Me sentí liberado, hacia lo que quería, tiraba el jabón y me doblaba al medio para levantarlo, dejando mi cola bien expuesta y eso me excita.

Me bañé tranqui, me pajié todo lo que quise, todo el duchero para mi, me enjaboné bien el culo, me lo volví a afeitar (de hecho, nunca deje de hacerlo), las bolas y el tronco de la verga también. Solo dejo como un "felpudito" en la zona del pubis. El resto.... lampiño!

Sin querer empecè a recordar todo lo pasado, lo asocié con alguno de los que estaban haciendo aparatos, que de hecho marcaban paquetes muy voluminosos.

Pensé... ¿y si entra alguien y me ve así, con la verga al mango? ¿que mas da? Y de ultima ¿cuál es el problema?

Me sequé y volví por el mismo pasillo, largo, oscuro, hasta mi casillero, que estaba en otro pasillo perpendicular y a la vuelta. Oscuro, oscuro.

No se como pero me sentí observado, y es hizo que mi verga volviera a hincharse.

Realmente no quería vestirme. Quería ver qué podía llegar a pasar.

Y se me dio una enorme paradoja: mi verga pedía un culo a gritos y mi culo pedía a gritos una verga.

Empecé a hacerme una paja, suave, despacio, porque no quería acabar.

Estaba parado con el banco largo que está frente a los casilleros entre las piernas (abiertas), con lo que me doblé al medio abriendo muy grande mi culo. Mi pecho tocaba el banco y mi cara, de costado, apoyaba sobre el banco.

Con una mano me abría mas las nalgas y con la otra me seguía masturbando.

Y la sensación que tenía de ser observado era real.

En la fila de atrás había otro flaco.

Se me acercó al escucharme gemir y como estaba oscuro vino con la luz de su celular. Vino por detrás y se encontró, de una, con mi enorme, afeitado, limpio y deseoso de ser cogido culo.

El flaco no se aguanto ni se guardo nada.

Me chupó el culo con pasión.

Me chupó las bolas, el tronco, fue y vino hasta que terminó metiéndose mi verga en su boca y le acabé casi que enseguida. Gran chupapijas el flaco. Pocos lenguetazos bien dados y me hizo acabar.

A todo esto, el flaco no estaba solo, estaba con otro, y se oye decir "Dale vo', vení de una vez que no acabé". 

Al escuchar mis gritos de placer al acabar en la boca de otro, se vino para donde estábamos y de una me la mandó guardar.

Literalmente me partió en dos. Me abrió el orto con furia y eso me desarmó.

Para "consolarme", el que me la había chupado previamente me metió su verga en mi boca, mientras me seguía pajeando.

No se cuantas veces mas acabé (3, 4, no se). No se cuantas veces el flaco me acabó en la boca; nunca había chupado una verga y menos aún me habían acabado en la boca, pero el flaco acababa y yo seguía chupando desesperado. 

No se cuantas veces me acabó en el culo el que me estaba cogiendo, pero seguro se hizo "la fiesta" con mi culo grande, depilado y desesperado por una verga.

La sensación de tener un trozo de carne duro, caliente, que se mueve adelante y atras en la boca es indescriptible, y mas aun la sensación cuando esa verga acaba y te inunda la boca... y seguís chupando desesperado y desesperadamente la verga sigue acabando y acabando y acabando.

Me desconcertó el sentir la verga empujar y abrirse camino por primera vez en el orto. Pensé que me iba a doler muchísimo. Dolió, si, claro pero no tanto. La sensación de que te ensanchan el culo es maravillosa, entrando y saliendo con vehemencia. El ardor me hizo acabar una vez mas, y me hizo buscar con mas desesperación la verga que estaba chupando. Literalmente estaba sediento de leche.

Cuando acabaron, caí desplomado sobre la banca. Mis brazos colgaban a cada lado y mis piernas también, con el culo hacia arriba y el orto a disposición del que quisiera pasar.

No se cuanto dormí... una hora por lo menos, pero alguien me volvió a tocar la cola y esta se puso en posición de recibir, y no estoy seguro, pero creo que me volvieron a coger una o dos veces mas.

Cuando me desperté estaba bañado en leche. De mi boca salió no se... 100 o 200 gramos que no había llegado a tragar. Y de mi cola.............. no quise ver, pero había leche por todos lados.

No podía ni caminar.

Me temblaban la piernas.

Me bañé como pude, me vestí y me fui.

Afuera del club me estaba esperando un flaco y me dice algo así como "qué fiesta que les hice" y si me animaba a hacerlo otra vez.

Le respondí que no recordaba nada, que me dolía mucho el culo pero que sentía la sensación de "querer mas".

Me dijo que había un cine porno cerca, si lo acompañaba...

Le dije que no, pero mi verga se puso dura otra vez, y como estaba de jogging, quedé regalado y me dice "me parece que sí querés ir".

Terminamos en el cine que empieza con "P", en una cabina, pero eso ya es otra historia. 

Lo cierto es que a partir de ese momento, volví con la que me propuso el juego, hemos cogido muchas veces y todas ellas su pareja también me hizo la cola y también se la chupé desesperadamente. También es otra historia.

By Desvirgado. 

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