Lo que voy a relatar sucedió hace tres años.
Antes que nada debo contar, que soy casado, profesional, 45 años, no tengo hijos, vivo en una ciudad del interior y que jamás pensé que algo así podría pasarme...
Tengo varios amigos, pero uno en especial con el que nos conocemos desde la secundaria. Cuando tuvimos novias salíamos los cuatro y cuando ambos nos casamos siguió siendo así. Con mi señora vamos a su casa o ellos vienen a la nuestra.
Como dije no tengo hijos, pero él tiene tres hijos varones, que cuando sucedió lo que voy a contar, tenían 20, 22 y 24 años y generalmente cuando íbamos a su casa, la mayoría de las veces estaban allí especialmente el de 20.
Algunas veces salíamos con nuestras respectivas esposas, a veces se sumaba el hijo menor y otras salíamos tomar algo los dos solos por ahí.
El hijo menor de mi amigo era un muchacho de ojos verdes, alto, atletico, varonil. Lo que llamaba la atención de él es que usaba la ropa muy ajustada.
No se como ni cuando, pero sin darme cuenta, comencé a mirarle el culo, con sus pantalones ajustados resaltaba un culo parado, duro, redondo.
Llegó un momento que si pasaba muy cerca me daban ganas de tocarlo, de acariciarlo.
El se dio cuenta y traté de disimular, pero me duró muy poco, era algo a lo que no podía resistirme.
En determinado momento noté como que él disfrutaba de provocar, incluso una vez mi amigo me miró que le observaba el culo a su hijo y me comento
:- parece puto verdad? Yo le contesté:- que decís? y si fuera que? es tu hijo. Y me respondió:- cada cual que haga con su culo lo que le plazca mientras no me rompan el mio y se rió.
Yo me quede pensativo, me dije:- que bien.
Y a partir de ese dia cada que coincidiamos con el hijo de mi amigo, lo estuadiaba mas, su forma de hablar, sus movimientos, su forma de caminar, su mirada. Pero nunca mas que eso.
Hasta que hace tres años, nuestras esposas viajaron a Montevideo e insistieron que yo me fuera a quedar esos días a la casa de mi amigo... y su hijo menor... que no era como sus hermanos que siempre salían y algunas noches se quedaban en casa de sus novias.
Una noche decidimos ir los tres a comer pizza y tomar cerveza al centro. Hablamos y tomamos mucho. Fue su hijo quien debió conducir al regreso.
Al llegar mi amigo dijo que no podía mas, se dio un baño, dijo hasta mañana y se fue para su dormitorio.
Su hijo y yo nos quedamos mirando TV, él comentó que revisaría si le habían mandado unos apuntes por internet y yo continué tomando unas cervezas, pero me quité el pantalón y me quedé en boxer y camiseta. Fue ahí que pude apreciar que de vez en cuando el chico me miraba el bulto disimuladamente.
Yo, con todo lo que había tomado y cerca de aquel culo con el que hasta soñaba, descaradamente me la acariciaba y metía mi mano por debajo del boxer y la sobaba.
Iba al baño, despues por mas cerveza a la cocina y volvía a tirarme en el sillón.
El terminó lo que hacía en la computadora y vino y se sentó frente a mi y seguía mirandome el bulto. Que? le dije, te gusta?. El se sonrojo y me dijo:- no se, pero tengo curiosidad. De que? le contesté. Nunca he tocado un pene, salvo el mío y me gustaria saber que se siente tocar uno diferente.
Lo quieres tocar le dije, al tiempo que me lo acariciaba. El se me quedo mirando y me dijo:- pero no soy puto eh?, solo soy curioso. Yo sé, le dije.
Vení, no te quedes con las ganas. El miró hacia las escaleras, podiamos escuchar los ronquidos de su papa. Está bien dormido dije, no te preocupes no le voy a contar nada.
Se acercó a mi, me acarició la verga por encima del boxer, despacito, suavemente, noté como abria mas sus ojos, pasaba su lengua por su labio inferior.
De verdad nunca has agarrado otra verga? le pregunté. No, me dijo. Me puse de pie, el quedó sentado, me bajé el boxer y mi verga saltó quedando frente a su cara, la tomó con una mano, me sobó la cabeza, pasó un dedo por mi uretra, notó como el precum quedaba en su dedos, me rodeó la cabeza con su mano y me bajó el prepucio, deslizando su mano hasta la base de mi verga, y empezó a masturbarme. Su respiración subia de frecuencia. Le pregunte, te gusta? Si, me dijo, se siente extraño y disfruto al producirte placer. Mas placer me darias si me la chuparas le dije. Me dijo: no, ya te dije, solo acariciarlo, no soy puto me volvió a decir.
Así masturbándome estuvo hasta que le dije que me iba a venir, entonces aumentó sus movimiento haciendo que dispara chorros de leche que se regaron por el piso.
Se levantó, fue al baño, se lavó las manos y trajo papel para limpiarme y limpió el piso, me subió el boxer y dijo buenas noches y se fue a su dormitorio.
Yo solo mire ese culito moverse de un lado para otro.
Estuvimos varios días sin vernos, hasta que un día estaba en el centro haciendo trámites lo veo. Lo llamo, nos saludamos con la mano y le pregunté si quería ir a tomar algo. Me dijo si y señaló un bar que había enfrente. No, le dije, vamos a un lugar mas tranquilo... Que te parece si vamos a un motel? Me quedó mirando fijamente por unos segundos y movió la cabeza como diciendo si.
Fuimos hasta mi auto, subió y fuimos hasta un lugar medio apartado donde hay tres moteles. Llegamos, pagué la habitación y pedí que llevaran unas cervezas.
Entramos a la habitación, me quité el pantalón y la camisa, quedando solo en boxer y nos sentamos en la cama apoyados en la cabecera tomando cerveza.
Enseguida se puso boca abajo con su cara frente a mi verga y comenzó a sobarmela, me baje el boxer, me empezó a masturbar suavemente, le dije chupamela por favor, me miró fijamente y se la metió a la boca, empezó a lamerla, a chuparla lentamente, me quité el boxer para que pudiera lamerme los huevos, le dije que oliera mis huevos, lo hizo y me comentó, huele bien, me gusta, me excita.
Aproveche para deslizar mi mano y sobar sus preciosas nalgas, pero me dijo que no, así empezó una buena mamada, yo lo veía que disfrutaba, su respiración estaba acelerada y gemía, cerraba los ojos, le dije que me iba a venir y sorpresivamente sentí que se prendió mas, disparandole toda mi leche en su boca, el continuó prendido hasta que disparé el ultimo chorro, se levantó y escupió mi leche en el lavabo, se enjuagó lo boca y regreso a la cama.
Que loco estoy verdad me dijo. Porque le pregunté, es que traía la idea de probar la leche desde hace mucho, ya probé la mía, pero quería experimentar el sabor de la de otro me dijo. Y? le te gustó?. Se siente raro me dijo. Entonces le pregunte y porque no me dejas que te acaricie el culo, tienes unas nalgas de campeonato guachito y es un desperdicio. No me dijo, eso no me atrae, bueno le dije es que nos has probado.
Se quedó serio, insistí, mientras sobaba su muslo sobre su pantalón, bueno me dijo. Mi corazón se aceleró, se puso de pie, me dio la espalda se desabrochó el pantalón, se lo bajó, dejando solo una tanga diminuta de licra, azul, lo cual hacia resaltar sus bellas nalgas, blancas, lisas, sin pelos.
Wow le dije, que culazo tenes, el sonrió, le indiqué que se acostara boca abajo. Solo las vas a acariciar me dijo, no me quieras meter la verga.
Solo lo que vos quieras, yo obedezco, así me senté en sus piernas, le empece a acariciar sus hombros, su espalda, baje a sus nalgas, se las acaricié sobre su tanga, bajé mis manos a sus muslos y lleve mis pulgares hasta la entrada de su raja, el se movió y suspiro, le empecé a quitar la tanga, se dejó, entonces me recosté sobre el, pasé mi verga por entre sus nalgas, mientras le susurraba al oído que rico, que culazo hermoso, el suspiraba, empecé a pasar la lengua por su cuello, espalda, fui bajando toda mi lengua por su espalda hasta llegar a sus duras, paradas y lisas nalgas, se las lamí, las mordisquee, le separé sus muslos, abrí sus nalgas y pude apreciar ese punto cerrado, rosadito, limpio, palpitante, se lo olí, olía a hombre limpio, rico, al momento que le pasé la lengua pegó un brinco, pero se quedó, y empecé a darle una mamada de culo de campeonato, mi experiencia me dice que, una vez que alguien se deja lamer el culo, ese culo sera tuyo, porque el mismo te pedirá verga.
Y efectivamente así estuve mamándole el culo, el suspiraba, gemía, que rico decía hasta que escuché lo que quería, meteme la pija me dijo, lo que digas son ordenes le dije.
Entonces, saqué los condones que llevaba en mi maletín, mientras el miraba, comencé a ponerme uno y veía como disfrutaba solo de verlo.
Traté de meterle un dedo en su culo y nada, estaba bien cerrado, increíblemente apretado, le dije que respirara con la boca abierta, le sobaba su ano, el se retorcía de placer, levanta el culo, no pude meterle un dedo, mi verga estaba a mil, chorreando precum a morir, así que le puse la cabeza en la entrada, presioné y nada no le entraba, volví con mi lengua y lo dejé bien ensalivado, lo puse en cuatro, le pedí que se abriera las nalgas con sus manos y le puse la cabeza en la entrada, presioné y la cabeza comenzó a entrar en aquel maravilloso y apretado culito virgen.
El pegó un grito que si no hubiera sido por el aire acondicionado se hubiera escuchado por todo el motel, duele mucho, sacamela, sacamela me dijo y yo no lo quería soltar, solo le había metido la cabeza, me empujó y se salió, se llevó su mano al culo y me enseño sus dedos con sangre, me rompiste el culo me dijo.
Vos me pediste verga, no era mi intensión, perdoname. Se metió al baño y yo fui tras el, abrió la regadera, lo gire frente a mi y pude observar lagrimas en sus ojos, que pasó le dije, es que no hubiéramos llegado a esto me dijo, no te preocupes le dije, no volverá a suceder, lo abracé, se dejó, lo giré de nuevo, lave su espalda, sus nalgas, al enjabonarle el culo, le ardió y ya no dejó que lo acariciara, nos vestimos y nos fuimos.
El fin de semana siguiente, sus papas nos invitaron a cenar a su casa, fuimos, y ahí estaba el con su novia, me saludo como si nada, pero en el transcurso de la velada lo veía como me observaba de vez en cuando, ya era la media noche, vi que se dirigió al baño y me fui tras el, entré junto con él al baño, el se asustó, que pasó le dije, mientras le agarraba las nalgas -yo ya había tomado mucho- todavía te duele le pregunté, no me dijo, salí del baño me dijo, nos van a ver, mandame mensaje por whats le dije, ok me dijo, oriné y salí, no sin antes pedirle que me la sacudiera.
Me mandó un whats el viernes de la semana siguiente, ya iba a salir yo de la oficina y me pidió que pasara por la empresa de su papa, el cual no estaba ya que había salido con su mama. Entre a su oficina y me dijo esta noche voy a estar solo en casa, mis padres están fuera de la ciudad. Ok le dije. Sus otros hermanos ya están casados y cada quien vive en su casa.
Esa noche puse mil pretextos en casa, que iria con mis amigos, bla. bla. bla.
Llegué a su casa, me abrió el portón, entré a su casa y ahí estaba con un short a cuadros holgado y sin camiseta, me re calentó pero me contuve, me ofreció una cerveza, y empezamos a hablar, que le había dolido el culo toda la semana, que cada vez que cagaba me puteaba y nos reímos, dijo que ya no le dolía, me puse de pie, él sentado, le acaricié sus cabellos, sus mejillas, sus labios, le metí mis dedos en su boca, me los lamió y chupó, y lo que nunca había hecho, lo puse de pie, lo mire a los ojos, me fui acercando hasta rosarle sus labios con mi lengua, el cerró los ojos, y me respondió al beso, exploramos nuestras bocas con las lenguas, nos mordíamos los labios, le besé el cuello, las orejas, el gemía, me baje a su pecho sin vellos, lamí sus pezones, se los succione suavemente y el gemía, suspiraba, le agarre sus dos nalgas, se las estruje, mientras mi dedo buscaba su ano, le metí mis manos dentro de su short sobándole ese par de nalgas tan sabrosas, nos fuimos a su dormitorio.
Lo desvestí, al igual que yo, nos besamos abrazados, lo puse boca abajo, repetí las lamidas y mordidas hasta las nalgas, le lamí el culo, tomé de mi pantalón un gel de lubricante, se lo apliqué y wow mi dedo se deslizó a través de su orto, el respingó un poco, le empecé a dar un masaje porstático suave, el abría sus nalgas, las levantaba, le metí dos dedos, me puse gel en el condón y se la acomodé en la entrada de su culo, presioné y entró la cabeza, él se puso tenso, lo tranquilicé, relajate le dije, tienes lubricante y vas a sentir una leve molestia pero acostumbrate a tenerla adentro y después vas a disfrutar, así lo hizo, tardé como diez minutos en ir metiendo centrimetro por centimetro de mis 20 de verga que tengo, y cuando la tuvo toda dentro me dijo, ya? Si le dije ya la tienes hasta los huevos, que rico me dijo y el solo empezó a mover su culo hacia arriba y hacia abajo, lentamente al principio y después fuerte, empezó a gemir, suspirar, a gritar, así papi, así papi me decía, dame tu leche, quiero tu leche, y yo empecé a moverme, a darle unas embestidas de campeonato, veía como le entraba toda mi verga y salia de su hermoso y blanco culo , centenares de veces, de pronto el se tenso, contrajo sus glúteos y me grito, me vengo por el culo me dijo, suspirando profundamente, jadeaba y sentí los espasmos de su recto como aprisionaban mi verga, incremente las embestidas en numero y fuerza, mientras el gritaba y se venia hasta que exploté dentro de su culo, teniendo unas de las eyaculaciones mas placenteras de mi vida, caí exhausto sobre él, nuestros cuerpos sudorosos, sentía como su culo se contraía aun, así estuvimos varios minutos, hasta que le saqué la verga, el pegó otro grito y pude apreciar como tenía huellas de sangre, revisamos la cama y no se habían manchado las sabanas, solo estaba su semen, nos fuimos a su baño, abrimos la ducha, nos bañamos, lo acaricié, lo besé, sobe sus nalgas preciosas.
Regresamos a la cama, media hora después nos echamos otro polvo, ambos nos volvimos a correr, me vestí y me fui a casa.
Ya han pasado tres años de que paso esto, el ya se casó con su novia, una o dos veces al mes nos encontramos y vuelvo a gozar de ese culo duro, paradito, redondo y caliente. El continua pensando que no es puto, que lo que siente es curiosidad, que lo disfruta y que solo lo hace conmigo.
Relato enviado por Fernando.
Un día se me ocurrió ir a un cine nuevo cerca de la plaza cagancha (creo que ya no está más). Tenía un entrepiso bastante grande y totalmente oscuro.
Fue apenas doblarme que comencé a sentir un inmenso dolor, alguien que también estaba "a la sombra" me estaba junando y cuando me descuidé, literalmente me atravesó.
Salió y pensé que ahí se terminaría todo pero para mí ¿sorpresa? una tercera verga se abría paso entre mis nalgas furiosamente, hasta que vomitó litros de leche ardiente.
