Me llamo Tomás, tengo 20 años y voy a la facultad. Si bien desde hace ya un par de años se que soy gay nunca se lo dije a nadie y vivo completamente una vida heterosexual. Estoy bastante seguro que nadie sospecha de mi sexualidad, no sólo tengo novia, siempre hablo normalmente de minas, creo que me sale bastante bien...
Por alguna razón, de adolescente nunca me enamoré de mis amigos varones, es como que no me lo permitía a mi mismo. Pero ahora en la facultad las cosas son distintas: lo disimulo, pero me la paso mirando a todos los hombres. Nunca miro por mucho tiempo, menos de un segundo puede ser suficiente para guardarlo en mi memoria y después fantasear cuando estoy solo en mi departamento...
Otra cosa que me encanta es tocar a mis amigos; con el pretexto de amistad a veces está bien visto y es hasta normal abrazar y demás.
Cuando saludo a los chicos que les tengo ganas les agarro la mano por bastante tiempo y les agarro el hombro o el cuello fuerte. Me excita notarlos incómodos cuando lo hago.
Lo de la novia me vino como anillo al dedo, porque ella es de mi ciudad natal (a la que vuelvo con suerte 5 veces al año) y es totalmente desatada, no le interesa hablar seguido, no molesta y, lo mejor: está completamente convencida que no debemos tener relaciones antes del matrimonio ("estoy totalmente de acuerdo" le dije sin poder creer mi suerte). Y nadie más me jode con si conocí a una mina, si estoy saliendo con alguien o si le tengo ganas a esa u otra mina.
Y estoy solo en mi departamento todas las noches y tengo tiempo para pensar en los chicos que me gustan de la facu. Me imagino historias en las que se les despierta la curiosidad y estoy yo para ayudarlos en sus necesidades. Me la paso pensando en situaciones como esas, en las que un amigo se queda a estudiar y me confiesa que le intriga saber que se siente que te la chupe un pibe o chupársela él y de ahí se desencadena todo. Se la chupo yo, el me la chupa, le como el orto, el me hace lo mismo. Y cuando vuelvo a la realidad, un par de dedos adentro de mi culo y habiendo acabado, me pongo a pensar que nunca va pasar.
Dije que me la pasaba pensando en los chicos a los que les tengo ganas, y es verdad, pero hay uno especial que me vuelve completamente loco. Se llama Santiago y trabaja en la facu en la parte de administración. Tiene el cuerpo perfecto, se le marca su culo redondo con los pantalones apretados que usa. Está trabado pero no en exceso, se le marcan los pectorales en la remera también. Sólo la forma de su cuerpo me enloquece, es como naturalmente trabado, no parece forzarlo, sus hombros son más anchos que su cintura y un par de veces le fiché el bulto y no pude creer lo gigante que era. Pero por alguna razón nunca logro fantasear con él. Es como que mi mente no me lo permite, ni siquiera me lo puedo imaginar desnudo.
Por suerte una vez fui a una reunión de chicos de la facu en la que estaba él. Era de noche pero era verano y algunos se tiraban a la pileta. Y sin esperarmelo, me doy vuelta y lo veo a el sacándose la remera: tuve que sentarme para que no se notara mi carpa porque se me paró de una manera instantánea y con mucha fuerza. Tuve miedo de acabar ahí nomas de sólo verlo pero no pasó. Se tiró a la pileta y cuando salió las cosas se pusieron mejor: no pare de mirarlo, esta vez sin importarme disimularlo. Miré su pecho mojado, le caían gotas por los abdominales marcados. Me sorprendió ver que tenía un tatuaje en el hombro derecho, no me lo esperaba por alguna razón. Y la malla que tenía; yo no sé si estaba buscando matarme de un paro cardíaco pero casi lo logra. Cortita, un poquito apretada de modo que mojada dejaba que se marque su bulto hermoso, y cuando estuve atrás de él pude ver cómo se le pegaba la malla al orto mostrando lo perfecto que es. No es desproporcionadamente enorme, pero si sobresale bien redondito y parado.
Ese día pasó algo que me dejó un poco confundido. Yo no paraba de mirarlo en todo momento (aclaro que no se volvió a poner la remera hasta el final cuando nos íbamos) y en un par de esas tantas ocasiones noté que se daba cuenta que lo miraba.
Al principio aparte la mirada rápido pero después me empecé a dar cuenta que el también me estaba mirando. Pero no pasó nada.
Simplemente me quedé con ese pensamiento y no pude dormir esa noche pensando en si, capaz, existiera la mínima chance de que algún día pudiera llegar a pasar algo. Pero haciendo un poco de investigación me decepcioné: tenía novia de un par de años y era muy religioso, aparentemente muy estricto. Si bien me deje caer la ficha de que era otra fantasía en el fondo seguí soñando que capaz habría chance.
Después de ese día de la reunión con pileta decidí preocuparme más por como me vestía para ir a la facultad. Medio que le empecé a copiar un poco su estilo, pantalones apretados y remeras que calzan justo. Y no lo dije, pero tengo que admitir que no tengo el peor cuerpo. No hago mucho ejercicio, más que fútbol con mis amigos (no me gusta tanto pero se disfruta mucho el tiempo en el vestuario), pero aún así soy flaco y tengo bastante masa muscular. No diría que estoy trabado, pero si tengo marcados los abdominales y el pecho y, lo admito, tengo un buen culo. Así que decidí vestirme pensando en estas cosas, pantalones medios apretados que me marquen más que nada el orto, y remeras o chombas al cuerpo. Otra de las cosas que empecé a agarrarle el gusto es a sacar un poco el culo cuando estoy sentado, agacharme en cualquier ocasión y ver si alguien me fichó. Sorprendentemente vi un par de pibes que se les iban los ojos viendo mi culo cuando me agachaba. Si bien no hice ni dije nada esto aumentaba mis fantasías.
Otra de las cosas que me pasé mucho tiempo haciendo es viendo porno gay y masturbándome. Pasé horas tratando de buscar uno que se parezca a Santiago pero nunca encontré a nadie que le hiciera justicia y termino clavandome mirando un video de alguien un toque parecido que no me satisface del todo. Lo que si me excita es cuando esa estrella de porno media parecida a Santiago que está siendo activo de la nada se pone en cuatro y empieza a recibir él a cambio, eso si que me hace explotar.
Pero, como dije antes, nunca logro llegar a imaginarmelo bien a él...
Pero ahora sí llego a la parte de la historia que realmente quería contar, que es lo que pasó el viernes pasado.
Yo estaba en la facultad, había ido a rendir un exámen y después me quedé un rato a estudiar (por más que ya no quedaba literalmente nadie en la facu) hasta que no daba más y decidí irme. Paso del edificio de carreras de grado al de masters y administración y veo que está Santiago entrando al baño de ese edificio (es más lindo pero un poco chico supuestamente los alumnos no lo podemos usar). Me hice el que miraba algo en el celu y después de un minuto decidí entrar al baño. Estaba vacío excepto por Santiago que estaba meando en uno de los dos mingitorios.
No tuve que acercarme mucho para verle la pija: no puede haber sido de menos de 12 centímetros (y estaba flácida obviamente, pero era bastante ancha como 3,5 cm de diámetro; también le vi un poco las bolas, eran apropiadas al bulto). Realmente no se que se me pasó por la mente, mi idea era ir al otro mingitorio y tan solo mirarlo un segundo para guardar la imagen para después, pero no hice eso. De hecho no hice nada, me quedé parado mirándolo, se le marcaba el culo en sus pantalones marrones claro. De repente noto que no está meando más, caí de lo que estaba haciendo y levanté la mirada. Me estaba mirando directamente a los ojos. No podía detectar si estaba enojado, sorprendido, asustado o qué.
Realmente no supe que decir, no había explicación por la que me iba a quedar dos minutos enteros fichándole le verga en el baño, estaba completamente mal. Sentí que se me ponían rojos los pomulos y empecé a sentir mucho calor en la cara de la vergüenza. Me empezó a latir más fuerte el corazón. Pero de la nada, noté que se le empezaba a parar la pija. No podía creerlo: que estuviera pasando ni que siguiera aumentando de tamaño (hasta unos 14 cm y un poco de grosor también). No dije nada, y el tampoco. Apenas se dio vuelta un poco para quedar más de frente. Después de un momento que siento que duró una eternidad me acerqué lentamente a él. Se puso medio rígido, por más que no dijera nada se notaba que estaba en conflicto con el mismo.
No se decidía que quería hacer. Me acerqué un paso más y quedé a unos 20 cm de él. Lo miré directamente a los ojos. Eran marrones medios achinados. Él también estaba medio agitado. Le miré la chota una vez más: se movía para arriba como cuando estás muy excitado. La mía hacia lo mismo debajo del pantalón, pidiendo a gritos salir. Decidí mandarme a un beso aunque nunca había besado a un hombre. Cuando estuve cerca me frenó: "Para".
Se subió el bóxer y después el pantalón y apunto para la puerta del baño. La abrió y amagó a salir pero se detuvo en la mitad del acto. Estuvo un par de segundos, seguro en guerra con si mismo (me imagino que se decía a si mismo que estaba mal por todos lados: porque soy un pibe, porque el tenía novia, porque el es creyente y seguro esto estaba mal). Pero después pareció decidirse.
Se dio la vuelta, cerró la puerta y la dio la cerró con la llave. Me miró un rato y después caminó medio rápido hasta mi y me embistió en un beso. No hay palabras para expresar lo que fue eso, fue increíblemente apasionado, parecía de una película. En poco tiempo le estaba acariciando todo el cuerpo, le agarreé el orto (incluso a través del pantalón se sentía bien suave pero medio musculoso a la vez). Después le agarré el bulto, estaba igual de encarpado que antes sino más. Y el me hizo lo mismo a mi. Tenía miedo de acabar en cualquier momento. Entre besar y manosear le empecé a sacar la remera y el me hizo sacarme la mía. Nos miramos un segundo y nos volvimos a besar pero con más fuerza que antes. Se notaba en algunos de sus movimientos que todavía se sentía en duda pero me sorprendía con más seguridad cada vez.
Cuando me agarró el cinturón y me lo desabrochó me empecé a preguntar si el sería virgen, me saqué el pantalón y me quedé en bóxer y le agarré la cara y lo volví a besar. El me apretó las nalgas bastante fuerte mientras me besaba. Después, sin pensarlo dos veces, le desabroché el cinturón y le bajé el pantalón y los boxers un poco, me arrodillé y empecé a chuparsela. Nunca lo había hecho pero había mirado suficiente porno para intentar copiarlo. Su pija me tocaba el fondo de la garganta en seguida y yo hacía lo posible para no atragantarme pero buscando que el lo disfrutara. La verdad que era rica, un poco de gusto salado. El se sacó los pantalones y el bóxer mientras yo trataba de chuparsela, no quería que saliera de mi boca ni un segundo. Y no pretendo ser un natural en el tema pero aparentemente funcionó porque no mucho después no se aguantó y sacó rápido la verga de mi boca y acabó en el piso. Me impresionó la cantidad de leche que acabó y la fuerza con la que salía.
Como si fuera algo que estaba obligado a hacer, Santiago me levantó me dio un beso corto y está vez se agachó el, me bajó el bóxer, que cayó al piso, y me agarró la pija y se la metió en la boca. Parecía que me imitaba, el también me la masajeaba con las manos y a su vez me la chupaba. Parecía que tampoco lo había hecho antes pero nunca había sentido algo tan placentero. Cuando sentí que estaba cerca lo hice frenar, me agaché le di un par de besos (sentí un gusto parecido al de antes) y le volví a dar de mi pija. Estaba determinado en no acabar en seguida pero la segunda vez que intenté frenarlo no pude contenerme y acabé yo también apenas habiendo sacado la pija de su boca. Le acabé un poco en el lado izquierdo de la cara y el resto cayó al piso (no tanta cantidad como la de él). Inmediatamente lo hice levantar y lo besé, no me importó que tuviera leche en la cara, casi no se sentía.
Nos besamos por un rato.
Cuando nos separamos el miró sus boxers y el pantalón como pensando que todo había concluido, pero para mi faltaba. Se dio vuelta para ponerse el bóxer y lo sorprendí, lo agarré de la cintura, le abrí las nalgas y empecé chuparle el orto increíble que tiene.
Al principio se asustó, no se lo esperaba pero en seguida se rió y habló por segunda vez "ay hijo de puta", y en seguida "ahhh que bien que se siente eso". Yo no hacía más que imitar lo que había visto tantas veces en videos porno, me hacía lugar con las manos y le chupaba directamente en el orto, le metía la lengua, y una vez que estaba más húmedo empecé a jugar con mis dedos mientras le seguía chupando: le pasaba los dedos por al rededor. Si bien los dos estábamos concentrados en no hacer mucho ruido podía escuchar bien bajito unos gemidos que me indicaban que le gustaba. Me di cuenta que alguna vez se habría metido algo en el orto, seguro un dedo como yo, así que sentí que podía hacérselo ahora y de a poco le metí el dedo índice de mi mano derecha. En seguida me dijo "aaah si, dale seguí" y yo seguí chupándole el orto mientras le colaba el dedo. Después de un rato deje de hacerlo y el se dio vuelta. Me besó de nuevo, su lengua pasaba por toda mi boca.
Después me agarró bien fuerte y me obligó a darme vuelta e inclinarme un poco. Entendiendo a donde iba, saqué el culo para fuera. Se quedó un rato mirándolo y frotándolo con las manos. "Que buen culo que tenés" me dijo, "Y el tuyo?" le respondí. Sentí que me separaba las nalgas y después sentí su lengua adentro mío.
Aaah que placer siempre había querido saber cómo se sentiría eso y por fin me pasaba. Repitió los mismos pasos que había hecho yo y disfruté cada uno de ellos. Pero agregó otro paso más que yo había salteado.
Cuando me sacó el dedo siento que se para y me pasa su pija parada por el culo. Se me hacía agua el orto de sólo pensar en su pija adentro mío pero el todavía no me la metía. Me pegaba con la verga en el orto, me la frotaba pero nada más. "Metemela, dale" le dije," rapidamente sacó un condón del pantalón que seguía en el piso, se lo puso y de inmediato sentí como su pija entraba y me partía el orto.
Evidentemente no era virgen, sabía coger y lo hacía bien. Me agarró de la cintura y aumentó la velocidad. Sentía cada movimiento adentro de mi culo.
Después bajó un poco el ritmo, corrió sus manos por mi espalda (esto me excitó bastante) y después me agarró del pecho y se acostó un poco sobre mí. Me empezó a besar la nuca, yo gire la cabeza y nos besamos mientras el me cogía. Después me agarró la verga; no se esperaba que estuviera tan dura y me empezó a pajear mientras me cogía cada vez más fuerte. Le saqué la mano para que no siga y el siguió haciéndome el orto cada vez más rápido y más fuerte. "Voy a acabar de nuevo" me dijo, e intentó sacar la pija pero yo lo agarré como pude del orto y le dije "acabame adentro" y eso hizo segundos después. La sentí adentro mio calentita y después de que me cogiera un ratito más y me sacara la pija sentí que mi orto había quedado bastante abierto. Lo busqué para besarlo pero enseguida me soltó la lengua y se agachó para volver a chuparme la pija. Y lo hizo hasta hacerme acabar y está vez me hizo acabarle en la boca. Se la tragó y me la siguió chupando un rato más. Después de eso nos besamos por un rato largo.
Una vez que nos separamos nos volvimos a poner la ropa. El se lavó la cara y las manos y sin decir nada se fue del baño. Pensé que ahí terminaba todo pero hoy a la mañana me llegó su solicitud en Facebook así que veremos como sigue la cosa.
Relato enviado por Tomi.