EL AMIGO DE MI HERMANO MAYOR - Relato Erotico Gay

Hasta mis 22 años, todos los veranos transcurrieron en Pinamar, pues, teníamos casa allá, cuando tenía 17 a punto de cumplir 18, mi hermano, dos años y medio mayor, fue con sus 5 amigos ese verano, estaban casi todos en los 20 años y dormían todos en una habitación, por supuesto, estaban de fiesta, solos, sin familias, hacían cosas de chicos y se sentían grandes.

En fin, particularmente uno, alardeaba ante los demás, con su pija, la sacaba adelante de ellos (yo espiaba) y decía, yo me doy un 9, debo confesar que llamaba la atención. Pero, resultó no ser el foco de la historia, yo para no sentirme invasor, dormía, en el cuarto de las herramientas, apartado de la casa, y ahí estaba instalado con mi colchón en el piso.

Dos días después de su llegada, arribó un buen amigo de mi hermano, tipo bueno, y bastante tímido, era a quien mas conocía, por lo tanto, cuando mi hermano, me preguntó si podía dormir conmigo en el cuarto, no tuve problema alguno. Y así fue, recuerdo empezamos con juegos de lucha esa noche, yo media aproximadamente 1,72 y era de buen cuerpo, flaco. Él, "el tano", como le llamaban, medía 1,80 mas o menos y contextura bastante grande, hombros anchos, espalda grande, y brazos musculosos, recuerdo que me gustaba el contacto con su piel, muy blanco, y su pelo era bien oscuro, y el panorama se completaba con un pecho perfectamente peludo.

Llegó la madrugada, después de playa salida nocturna y luego la vuelta al descanso, y con la vuelta, nuevos juegos, esta vez, ya en calzones él, como era posible, que no controle la vista, y como era posible que despierte cosas parecidas y diferentes, a las que me producía mi típica novia bonita. En fin, aun  recuerdo, esos slips blancos que tan bien le quedaban, pasó el rato de juego mas violento y quedamos recostados, yo miraba de reojo, su calzoncillo blanco, pero en verdad, no se notaba, lo que había, al menos en esa posición.

El tano, después de un silencio corto pero largo para mi, directamente, me preguntó si la quería ver y tímidamente, le dije que bueno y se bajó el slip, unos huevos hermosos le colgaban, medio grandes, y para un costado se dejaba caer la pija, muy linda, de tamaño normal. 

- "Y, te gusta?" me preguntó, y yo tímido nuevamente, y con la boca seca, le dije 

- "no se". 

Me agarró la mano y me hizo agarrarle la pija, la toqué con la yema de los dedos, y directamente le di un beso y la puse en mi boca; nunca voy a olvidar esos momentos, su pija empezó a crecer, a ponerse dura, y mi sorpresa fue, lo descomunal de ese crecimiento, como era posible, que lo que a simple vista era algo "normal" pueda crecer de esa manera, me acordé de la pija del otro, que alardeaba, y era chica al lado de la de este tano morrudo, pero lo que mas me gustó era la forma perfecta que tenía, el grosor, el tamaño y la enorme cabeza.

El me empezó a tocar, y me halagó la mía, me la chupó un rato, y fue un placer increíble, a lo que un poco imitando y otro poco, haciendo lo que me venía en ganas, le hice sexo oral durante mas de una hora, y a partir de ese momento, empezó él atener dominio total de todo, me pasó su lengua largo rato por el culo, dándome un placer que nunca había experimentado, y con la pija dura como roca, me dijo:

- "no me voy a quedar así".

Me pidió que le pusiera un condón y se puso sobre mi abriéndome las piernas, sentía como se transformaba en mi macho, y de a poco, fue entrando en mi, costó los primeros momentos, tuvo que ponerme mucha saliva con su lengua, y entonces si, entró la cabeza, y después, lo sentía sobre mi, 

- "te estoy cogiendo como a una mina, te gusta?" me decía, y a mi me volvía loco, lo bien que cogía, se dio vuelta, y se incorporó, me tuvo en sus brazos fuertes, me levantó en el aire y empezó a bombear descomunalmente, sentía como la cabeza entraba y salía, hasta que los latidos de esa enormidad, le daba un gran final a esta primera embestida, imposible olvidar, no solo eso, esa noche, fueron 2 veces las que no tuvo piedad con mi culito hasta entonces virgen.

Por supuesto, que entre los dos, quedaron códigos, por suerte, la atracción fue tal, que nos seguimos encontrando, cuando podíamos, ahora ya hace mucho que no se de él, pero se que de producirse un encuentro, será la misma pasión de años atrás. Pasaron años, pasaron amantes, pero nunca mas una pija tan linda, tan grande y con tan buen uso como la que supo garcharme el amigo de mi hermano mayor y hacerme sentir lo que es un verdadero macho cogedor...

Relato enviado por Rodolfo.

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