Soy un chico de 22 años y me considero bisexual, ya que aunque tengo novia y mantengo relaciones sexuales frecuentemente con mujeres, de vez en cuando no puedo resistir la tentación de mamar una buena pija.
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Esto fue lo que me ocurrió con Miguel, pero empezaré la historia desde el principio.
Hace menos de un mes me mudé a mi nueva casa, que está en una urbanización a las afueras de mi ciudad. He sido uno de los primeros en mudarme a ese barrio, casi todas las casas están en construcción, y de las terminadas son pocas las habitadas. Por lo demás la urbanización ya tiene todos los servicios, como luz en las calles, etc. Al no vivir nadie nos pidieron un suplemento para contratar guardias de seguridad, pero como yo no me había mudado y pagaba el otro alquiler, decidí mudarme inmediatamente.
Durante este tiempo vivía solo. Llegaba a casa hacia las siete, y solía ver al guardia de seguridad, pero como éste no se bajaba del coche, no me alegraba mucho la polla que se diga. Un viernes cuando llego aun están los albañiles trabajando, y hasta que llego a mi casa, no puedo evitar mirar a tres o cuatro.
Uno que me llama mucho la atención es un albañil del último chalet de la urbanización. Está en un extremo en la entrada norte que está sola y no hay otras casas a menos de 200 ms. Trabajaba con otros cuatro, pero barrigones y bajitos. Cuando lo vi detuve un poco el coche, y cuando levantó la vista, aceleré para llegar a casa cuanto antes y hacerme una paja. Era alto y muy moreno, llevaba unas bermudas hasta por debajo de la rodilla y una camiseta de tirantes blanca. A pesar de que las bermudas son anchas, a la altura del paquete se nota que le falta un poco de espacio. Así transcurrieron las primeras semanas.
Uno de los últimos días de abril, decidí sacar mi perro a pasear y me fui hasta la entrada norte paseando. Casi era de noche pero hacía muy buena temperatura, y las pequeños focos alumbraban bien. Tenía cierta esperanza en ver a una parejita a la que pillé cogiendo en el coche hacía dos semanas por esa misma zona.
Llegué hasta la puerta. Se había hecho de noche, pero todavía hacía cierto calor. No había visto a la parejita, una lastima pues estaba bastante caliente. Me volví y tras andar un rato, el perro se metió dentro del chalet aislado. Yo me empecé a cagar en el perro y en mi novia por habérmelo regalado. Entré, no se veía nada.
Entré en lo que parecía el salón, de vez en cuando me golpeaba los pies con sacos de cemento o yeso. De repente escuché una voz:
- Tú, qué haces aquí…
Giré la cabeza hacia la voz y vi como se acercaba hacia mi alguien con un cigarro en la boca.
- Te he dicho que qué haces aquí, o me contestas o te mato a palos…
Yo le dije que había entrado por mi perro que se había metido en la casa. Su tono de voz se notó mas tranquilo en la respuesta:
- Ah, creo que está en el sótano, pero no podemos bajar porque no hay escalera, así que tendrás que volver mañana por él. Se puso junto a la ventana, y con la luz vi que era el albañil que me traía loco. Para relajar un poco mas me hice el tonto y le pregunté que hacía en esa casa. Me contestó que trabajaba allí, que le pagaban para cuidarla por la noche, porque no le importaba dormir ahí. Me preguntó si tenía prisa, yo como no tenía que hacer nada, le dije que no. Me preguntó entonces si no me importaba hacerle compañía, puesto que llevaba 3 semanas así, y por las noches se aburría. Me contó que una vez vino su novia y se la folló en el coche, pero que un tío les vio y les cortó el rollo. Yo me confesé autor de tal crimen, y entonces él me dijo:
- Pues deberás pagarlo de algún modo.
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Cuando ya habíamos bebido un par de vasos de litro entramos en materia. Le pregunté cómo aguantaba sin hacer nada todas estas tardes. Me dijo que su novia le hizo un par de visitas, y se la follaba, como el día que les vi. Perollevaba ya dos semanas sin venir. Sacó unas revistas de la caja y me dijo que las miraba, hasta que se le rompió la linterna anteanoche. Yo las vi al contraluz de la luna y vi que eran pornos salvajes, incluso tenían escenas bisexuales de hombre contra hombre, más una mujer.
- También a mí se me pone dura como un mástil…
Cuando me dijo eso me miré y vi como sin darme cuenta tenía la polla dura. Hice un par de comentarios como de chiste y me dijo:
Yo solté la revista, pero seguía sin bajarme la polla, entonces él sin mediar palabra me metió la mano en la bragueta y comenzó a hacerme una paja. Yo sentado en el colchón suspiraba sin decir nada. Aguanté poco tiempo y me corrí en sus manos. Él sin decir nada se limpió en mis pantalones. Yo estaba sorprendido era la primera vez que me hacía una paja otro hombre, y la verdad me había gustado. Él entonces me dijo:
- Bueno, te hago una paja hoy, y la otra semana hacemos una follada con mi novia. Creo que me debes algo.
Yo le dije rápidamente: te la puedo chupar y en paz, al tiempo que ponía la mano sobre su paquete. Él me dijo que sí, pero nos debíamos desnudar los dos. Así lo hicimos.
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Le chupaba su vientre duro y sus piernas para que durase más. Y vaya si duraba. Tenía la pija como un mástil, y sin señales de fatiga. Pero al fin tras 20 minutos de mamada comenzó a moverse y me decía que siguiese chupando mientras se corría. Yo obedecí y como recompensa obtuve una de las mayores corridas que había tenido el chico desde hacía años. Cuando terminó me puse a su lado. Entonces él se puso encima mío y comenzó a mover su verga junto a la mía. Se le volvió a poner dura. Yo le vi la intención cuando se bajó la mano para colocar la polla en mi culo.
Yo le dije que no me gustaba que me diesen por el culo, y que lo más que le haría seria dejar que se corra entre mis piernas.
No lo pensó y comenzó a empujar con la cadera hasta el punto que parecía que estaba cogiendo con una mujer.
Pegó un alarido y se volvió a correr. Se tumbó a mi lado y me dijo que volviera mañana cuando quisiese por el perro, por la mañana o por la noche. Yo me levanté me vestí y me fui.
Al día siguiente me fui a primera hora por el perro.
Él me vio y me lo llevó hasta la puerta. Me lo dio y me dijo que volviera por allí cualquier noche.
Cosa que hice reiteradas veces…
Relato enviado por Carlos.
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TU OPINION ES LO UNICO QUE NOS ALIENTA A CONTINUAR...
Vaya... Esta bueno el relato, redactas bien.
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