MI TÍO Y YO - Relato Erotico Gay (con fotos)

Tengo 18 años, mi relato sucedió hace como un mes, me encantan los hombres, sobretodo los que son mayores, entre los 35 y 50 años y que tengan mucho vello. 

Vivo en la casa de un tío que se llama Santiago, el es precisamente el tipo de hombre que me encanta: tiene 41 años, es peludo e incluso tiene una barbita candado espectacular.

Mi horario de estudio empieza a las 10am y mi tío trabaja desde las 9am, cuando la esposa se va como a las 6:30am, yo me levanto por que él se despierta y se mete a bañar, siempre deja arrimada la puerta del cuarto y deja abierta la puerta del baño, así que siempre lo espío, o busco alguna excusa para entrar al cuarto justo cuando está saliendo de la ducha y está desnudo y mojado. 

Siempre lo he deseado y busqué la manera de poder estar con él. 

Hace un mes, inventé un plan para poder ver su gran pija erecta, como mi tío duerme en bóxer, apenas salió la esposa de la casa me fui para la habitación, me hice a un lado y le dije: 

- Tío, ¿Te puedo hacer una pregunta un poco embarazosa? 

- Sí- respondió. 

- Lo que pasa es que como tú eres el único hombre mayor que está conmigo, pues te quería pedir que por favor me enseñaras a ponerme un condón porque no sé. 

Se sorprendió un poco y me preguntó como pretendía que hiciera eso, entonces yo le pasé un condón que tenía en mi pijama y le dije que me dejara observar mientras se lo ponía. Él me explicó que para ponérselo debía tener su verga erecta así que ante su sorpresa, yo me ofrecí a ayudarle con eso y ante mi sorpresa, él aceptó. 

Introduje mi mano dentro de su bóxer y empecé a pajearlo suavemente hasta que su verga se parara. 

A continuación él tomó el condón, se lo puso y me dijo:

- Listo! ¿Aprendiste? 

Yo asentí:

- Por supuesto, le dije.

Mi idea era dejarlo ahí, estaba felíz de haber tocado y conocido la pija de mi tío, sin embargo me sorprendí cuando me dijo: 

- Sería una lástima desaprovechar esta erección. No te parece? 

Creo que me voy a masturbar un poco y para no hacer un desastre me dejo el condón puesto. 

Comenzó a hacerlo en la cama, yo solo podía observar, mientras mi verga se ponía a mil y mi tío gemía de placer mientras se hacia la paja. 

De pronto empezó a decir que ya iba a terminar y mi único impulso fue tomar su verga, quitarle el condón y metérmela a la boca para recibir toda esa leche caliente, mi tío no se rehusó y me incitó a tragármela toda. 

Después de eso me dijo que todavía era temprano, y me invitó a que yo me masturbara también. Saqué mi verga de mi pijama y me la empecé a tocar mientras observaba el cuerpo de mi amado tío Santiago lleno de vello, el se acercó a mi abdomen, me besó, y luego sacó mis manos de mi pija y se la metió a la boca.

La lamió y la chupó hasta que me vine, pero no en su boca sino en su rostro; toda mi leche cayó sobre su espectacular barbita, que luego yo lamí mientras lo besaba. 

Las cosas ya estaban muy calientes, de los besos pasé a lamer su cuerpo, me detuve en sus axilas y lamí ese vello delicioso, luego sus tetillas todas rodeadas de pelo, su abdomen, sus piernas e incluso los dedos de sus pies. Él en cambio solo pensó en pasarme su lengua por mi culo, y meter sus dedos para luego ponerme en cuatro y penetrarme... su gran pija estaba dentro de mí y no lo podía creer! 

Llevaba como dos años deseando ese momento y fue tal como lo imaginé. Su verga entró y salió mil veces de mi culo hasta que se vino y sentí el placer más grande de mi vida...

Cuando terminó sacó su pene, se quitó el condón lleno de leche, se paró de la cama y me dijo que lo ayudara a bañarse por que se le iba a hacer tarde. En la ducha nos besamos, nos enjabonamos juntos y nos mamamos las pijas. Luego me hizo acostar en la bañera y me dijo que quería orinar... 

- Abrí tu boca. Yo lo hice y empezó a bañarme con su orina, me obligaba a tragarla y cuando terminó, se pasó la mano un momento por su verga y volvió a pajearse hasta que se acabó sobre mí. 

Mi cuerpo estaba todo mojado y lleno de leche. Mi tío simplemente se agachó, me besó y se fue a vestir, yo me quedé disfrutando de esa tina llena de los aromas de mi tío y masturbándome hasta más no poder. 

Al otro día, cuando la esposa de mi tío se fue, él me llamó, puso una película porno gay y sacó un vibrador que había comprado para mí y de nuevo comenzó la faena de mamadas y penetradas, pelo y besos que aún llevamos a cabo varias veces a la semana.

Besos a todos los hombres maduros en sus hermosas pijas. Gracias y no olviden tragar todo el semen que derramen mientras se pajean con mi relato. 

Álvaro

Relato enviado por Raúl Martínez.

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